Mandri y sus alrededores, mi barrio que no cambiaría por nada del mundo

No sabría decir desde cuando existe la calle Mandri, pero si puedo asegurar que es una de las calles favoritas de los barceloneses que viven en la zona alta de Barcelona. No sé si será por sus agradables terrazas, donde tomar un aperitivo se convierte en algo casi obligado – quién no ha probado las bravas del Bar Mandri o los calamares del Montesquiu -, o si será porque salir a comprar el pan o a dar un paseo es algo parecido a un ritual social porque tienes todos los números de encontrarte con algún amigo o vecino… Lo cierto es que a la gente le chifla vivir en las calles residenciales que rodean a esta tranquila avenida y no lo cambiarían por nada del mundo.

Volviendo a la historia, a finales del siglo XIX y durante gran parte de la primera mitad del siglo pasado, la zona de Mandri y sus alrededores estaba poblada de grandes fincas de la burguesía catalana, como la del doctor Josep Altimira, de la que nos ha quedado un romántico y misterioso jardín en la manzana de Mandri, Mao y Horaci.

Otro edificio muy representativo, el Colegio Teresianas de Antoni Gaudí, se levanta en la calle Ganduxer con Ronda General Mitre. Precisamente la zona más apreciada para vivir se encuentra entre Ganduxer y Mandri, alrededor del conocido parque de la Plaça Ferran Casablancas. En calles como Dalmases, Emancipació, Bertand i Serra, Torras i Pujalt, etc. hay fincas de alto standing donde vivir para disfrutar de un barrio a la vez residencial y tan lleno de vida.

Concretamente, junto al restaurante italiano De Gustibus, en un edificio singular de la calle Ricardo Calvo, hoy seleccionamos una luminosa vivienda de alto standing totalmente reformada pensando en como sacarle todo su jugo a sus 110 m2 ¿Te apetece conocerla mejor?. Visita ahora este magnífico piso de la zona alta de Barcelona en el barrio de Sant Gervasi Bonanova .

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