Un remanso de paz en medio de la gran ciudad: Sant Gervasi-Galvany

Vivir en una de las ciudades más cosmopolita y vibrantes de Europa, y hacerlo rodeado de espacios verdes, pequeños comercios tradicionales, plazas, tranquilidad, casas familiares…, es todo un lujo y, precisamente, lo que brinda a sus vecinos el barrio de Sant Gervasi-Galvany, en la parte alta de Barcelona.

Cercano al bullicioso y siempre enérgico Gràcia, Sant Gervasi-Galvany se ha construido una identidad propia al margen de la ciudad sobre los cimientos de la comodidad, sostenibilidad y autosuficiencia. Y es que, en este barrio, uno puede encontrar todo lo que desee: comercios de todo tipo, un mercado de abastos centenario y envidiable, múltiples espacios para el esparcimiento, una variopinta agenda cultural dirigida a la familia, buenas conexiones y la compañía de quienes buscan tranquilidad. En definitiva, un barrio muy familiar y, por qué no decirlo, de alto standing.

Sant Gervasi-Galvany tiene espíritu propio, un gran corazón vecinal que subsiste por sí solo, herencia del antiguo pueblo que fue antaño, y eso es, precisamente, lo que convierte a este barrio en un entramado de calles, plazas abiertas y callejuelas muy especial, donde no tiene cabida el concepto de “barrio-dormitorio”.

 

 

El paisaje urbano y su estructura invitan a pasear, a tomar algo en una de las múltiples terrazas donde los niños juegan libremente, a salir de compras en busca de un regalo especial o de las últimas tendencias en firmas de moda, en definitiva, a vivir uno de los mejores barrios de Barcelona.

 

Tranquilo, seguro, selecto, próximo a varias de las instituciones educativas más laureadas de Barcelona y a verdaderas joyas arquitectónicas, obra de la burguesía barcelonesa que antaño se afincó en esta parte de la ciudad con grandes casas solariegas, ¿qué más podemos pedir a un barrio que late a escasos metros del corazón de Barcelona? Quizás que tenga bonitas vistas, por descontado; parques insignes, el del Turó es un buen ejemplo, y una vida nocturna animada, no hay más que acercarse a Santaló y disfrutar del gran número de bares, restaurantes y cafeterías que encontramos a nuestro paso.

Conclusión, podemos afirmar con rotundidad que el de Sant Gervasi-Galvany es un barrio hecho a la medida de la familia.

 

 Manuel Yais

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